Andrea St. Esteben es trabajadora ferroviaria desde 1996. El 2 de enero de ese año comenzó una historia laboral marcada por la pasión y el amor al ferrocarril. Una historia que nació en el corazón de su casa. Su papá Juan Carlos fue uno de los históricos compañeros que dejó grabado a fuego su nombre y compromiso en el desarrollo ferroviario en la provincia de Buenos Aires.
Juan Carlos St. Esteben fue el encargado del Sector Vía y Obra responsable del trazado y construcción del ramal a Pinamar, la última vía construida en nuestro país. El compañero fue un gran valor de la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial.
El amor de Andrea por el ferrocarril nació en las charlas con su papá y en las vivencias, la pasión y el compromiso con el desarrollo del tren que el recordado «Santi» transmitió a toda su familia.
Hoy tenemos el orgullo de contar con la compañera Andrea en el Secretariado Nacional de nuestra querida UTF, como Secretaria de Acción Social, y con su comprometida militancia por el crecimiento de nuestra actividad y la dignidad de los trabajadores y trabajadoras.
Desde Difusión UTF tuvimos el placer de charlar con ella y conocer un poco más sobre su historia, su vida y recordar con mucho cariño a su papá, a días del retorno del tren a Pinamar, una noticia que nos llena de profunda alegría.
Los inicios de Andrea en el ferrocarril
Comenzó su carrera ferroviaria el primer día hábil de 1996 en el área de Prensa y Difusión de Ferrobaires. «Estuve tres meses en el área, aprendí y conocí a todo el mundo porque éramos los que llevábamos el boletín (informativo). En su momento nuestra trabajo era recortar de todos los diarios las noticias ferroviarias. Los diarios los íbamos a buscar a Retiro. Armábamos un boletín cada 15 días», rememora Andrea.
Al finalizar la temporada de verano, pasó al sector de servicios colaterales. «Ahí -relata- armamos la oficina de cero prácticamente. Me acuerdo que llegamos y eran bolsas de consorcio con papeles, todo revuelto y teníamos que armar expedientes. Y ahí arranqué, hasta el 2015. Arrancamos de cero».
Su trayectoria continúa en la actual Trenes Argentinos, después de una exitosa y enriquecedora carrera.
El recuerdo de su papá Juan Carlos
«Mi papá fue el pilar de mi vida. Fue todo. A mí y a mucha gente de acá de la empresa nos marcó un camino a seguir. Era muy instructivo, no era como esas personas que saben y no lo comparten; él quería que todo el mundo se instruyera, que hiciera cursos, que todo el mundo estuviese empapado de todo, él quería que esto siguiera y que no se cortara nunca», recuerda Andrea.
Y al instante comparte un diálogo que había mantenido con su mamá el día anterior: Justo ayer hablaba con mi vieja y le decía: ‘vos pensá que historia, llena de vivencias, nos dejó como legado papá. Pensar que su primer puesto en el ferrocarril fue en (Estación) Vergara, trabajando de “catango”, de peón de vía, y terminó como Jefe de Distrito Vía y Obras en Bahía Blanca. Despues siguió en Plaza Constitución cuando se armó la Unidad y al toque arrancó con la Vía Pinamar’; entonces le digo a mamá, ‘cuanta historia, cuanto recorrido el de papá, un montón de cosas y recuerdos, y que en estos días se esté por rehabilitar de nuevo el tren de Pinamar es muy movilizante’, nos cuenta nuestra compañera con gran orgullo por el ascenso permanente de su papá.
Es que el retorno del tren a Pinamar es una gran satisfacción para todos los trabajadores ferroviarios, pero para la familia St. Esteben es un premio doble. Juan Carlos fue el encargado del trazado y sus hijas y esposa lo transitan de una manera muy particular.
La inauguración del ramal Pinamar
Andrea recuerda que el día de la inauguración fue «muy lindo, muy movilizante, ver arrancar un proyecto de cero y que lo sentía como propio. Y cuando tuvimos que viajar me acuerdo de ir en el tren y ver la gente de los pueblitos de Segurola, de Monsalvo, de Santo Domingo, de Madariaga todos miraban como diciendo “¡volvió el tren!”, era algo histórico. No sé cuántos años habían pasado sin que haya nada ahí. Es fuerte».
«Yo recién había arrancado a trabajar. Hacía menos de un año que había empezado. O sea que a mi papá casi no lo veía, porque el estaba viviendo allá en Madariaga y venía muy poco para Buenos Aires. Me acuerdo que tenían un vagón vivienda. Mi papá siempre recordaba con afecto y un dejo de emoción, que el día menos pensado, y con mucha frecuencia, llegaba «El Doctor»(el Administrador General Alberto Trezza) a supervisar la obra y se les instalaba ahí, y hay miles de anécdotas».
«Yo siempre digo que era como esos campings de chicos jóvenes que trabajaban duro, pero tenían un compañerismo muy grande entre ellos. Fue muy lindo porque fue armar todo de cero, y me acuerdo que cada fin de semana que venía mi viejo para acá; para casa, era contarnos todas las anécdotas que habían pasado durante la semana y cómo se iba armando el sueño del tren a Pinamar».
Eran otros tiempos, sin redes sociales ni masividad de cámaras fotográficas. Por eso a las pocas fotos que dejó su papá las conserva como un tesoro. «Mi viejo se iba con la (cámara) Minolta a sacar fotos y revelarlas. Es todo lindo y son las fotos que tengo».
La emoción por la vuelta del tren a Pinamar
Pronto se cumplirá un sueño de todos los ferroviarios. El retorno del ramal a Pinamar será una realidad gracias al esfuerzo y compromiso de todos los compañeros y compañeras que vienen trabajando incansablemente para lograrlo. Y para Andrea será muy especial y no quiere perdérselo.
«A un año y poco más del fallecimiento de papá, cuando me avisaron que volvía el ramal me largué a llorar. Y más que la obra la esté siguiendo el pollito de mi papa que era Javi Simone. Mi papá lo adoptó y le enseñó tanto a Javi, lo quiso tanto a Javi… Me acuerdo que estaba mi mamá, hermana y yo cuando les comenté y verlo a Javi en el lugar de mi papá fue algo muy lindo, dijimos esto puede seguir. Porque mi papá sabía tanto, y él quería seguir transmitiéndolo, y cómo que no encontraba… y cuando lo agarró a Javi, yo creo que lo empapó, lo debe haber hartado, pienso. Fue muy lindo verlo, y recuerdo que terminamos las tres llorando cuando vimos que volvía el tren y ver las fotos porque Javi nos mandaba fotos de la vía de cómo estaba todo eso».
– ¿Vas a ir a la reinauguración?
– «(Risas) Espero, espero que me lleven… Tendría que ir en caravana. ¡Yo pienso ir, si!»